Por ello, la transición de los vínculos familiares a los vínculos afectivos de la Escuela I y posteriormente a la Escuela II, deben realizarse bajo criterios previsibles y controlables. Por ello el acompañamiento de seguridad afectiva al niño y a la familia es esencial en este proceso ya que les pone a ambos en contacto con otro mundo.
Los espacios y las personas son desconocidas por lo que el conocimiento paulatino hay que realizarlo con calma y seguridad “la atención y escucha a cada niño y cada familia, serán herramientas imprescindibles en este proceso”.
Sin duda en los primeros momentos aparecerá desconcierto e inseguridad pero la evolución natural del ser humano nos ayuda a aceptar el desafío, siempre que se garantice una seguridad afectiva.
Teniendo en cuenta lo expuesto, Legamar Infantil diseña un proyecto de incorporación a la Escuela dónde se contempla respuestas adaptativas al niño, a la familia y a los profesionales que reciben a cada niño.
Confiad en vosotros, en las educadoras y principalmente
en el desarrollo de vuestro hijo.
en el desarrollo de vuestro hijo.