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NUESTRO PROYECTO EDUCATIVO



Escuela Infantil I
 

Escuela Infantil II
 
“El oficio de la escuela es acoger, respetar los encuentros, dar aliento, ­alimento
y coraje a las ganas de saber, de averiguar y de estar con los otros en esto de la vida.” 
(Carmen Díaz Navarro).

Acoger a cada niño y niña cada mañana, observando, reflexionando y comprendiendo su momento madurativo y psicoactivo es la oferta educativa de la Escuela Infantil Legamar.

 
SUJETO EN DESARROLLO, EN CRECIMIENTO.

Nuestra visión del desarrollo del ser humano se fundamenta en el principio de globalidad donde lo orgánico, lo afectivo, lo cognitivo, lo normativo, lo ético se entretejen para ir adquiriendo instrumentos y estrategias para la comprensión de uno mismo y del entorno.

Entendemos la maduración natural del niño como la interacción del crecimiento y desarrollo. El primero supone un aumento (el cuerpo, el cerebro crecen), mientras que desarrollo supone un incremento por la estimulación ambiental adecuada, favoreciendo la formación de conexiones neuronales en áreas subcorticales. Una buena red de conexiones subcorticales favorecerán y apoyarán la aparición de funciones cerebrales como andar, hablar, escribir, leer.

Su cerebro se desarrolla con:
  • Los cuidados, las caricias, los besos.
  • Lo que siente, lo que observa, lo que ve, lo que escucha.
  • Lo que manipula, lo que toca.
  • Lo que experimenta, lo que investiga, lo que descubre a través de su propio movimiento.
  • Lo que expresa, lo que habla.
  • Lo que piensa.
Los aprendizajes que un niño hace hasta los cinco años están sin duda, entre los más difíciles que hará a lo largo de su vida.


SUJETO SOCIAL: ESTABLECER VÍNCULOS, PLACER DE ENCONTRAR AL OTRO.
 
Nuestro quehacer diario se sustenta en un permanente “diálogo” entre niño y adulto a partir del cual se van entretejiendo lazos afectivos que marcan el proceso evolutivo de cada niño y niña.

“Escuchar, entender, hablar es el resultado de querer y ser querido en la comunidad.” (Vicens Arnaiz).
 

SUJETO ACTIVO: PLACER DE ACTUAR, PLACER DE PENSAR.

“Trabajamos para garantizar la acción del niño, a través de la experimentación como estrategia continua y permanente. El sujeto activo es el niño como protagonista de su aprendizaje. El adulto es un acompañante que lo respeta  en su forma de aprender y crecer.
 
 
 

 
PEDAGOGÍA DE LO COTIDIANO, DE LAS PEQUEÑAS COSAS
 
El niño impregna de emoción todo lo que siente, todo lo que hace. Teniendo en cuenta que las emociones no se controlan sino que se elaboran, todo lo que recibe de los pequeñas cosas que van sucediendo a su alrededor irán dejando huellas.

Observar y acompañar en el crecimiento y desarrollo al niño debe ser algo cotidiano, labor natural del adulto. Dejemos que descubra, que construya, no lo hagamos por él, “aprendamos de él y con él”.
 

Saber que el oficio del niño es descubrir, curiosear la vida, jugarla y vestirla de blanco. Eso sí, siendo conscientes de que las cosas llevan su tiempo y de que en estas edades tempranas, donde todo son “empezares” para un niño pequeño, la realidad sólo pasa por el centro de si mismo, es decir, por su propia identidad.
 

EL JUEGO: MEDIO MÁGICO DE NUESTRA ACCIÓN EDUCATIVA.
 
El juego es el instrumento básico para el crecimiento y desarrollo de los niños. Es la actividad natural del niño, importantísima en su desarrollo y fuente de placer y alegría. Siempre es una actividad significativa, y plena de sentido para el niño, fuente de aprendizaje y equilibrio emocional. Con el ­juego el niño activa todas sus capacidades.  Favorece el paso del “placer de actuar al placer de pensar”. Prepara para la vida.
Bubbles